Tenemos el trabajo de nuestros sueños, pero de repente se nos atraviesa ese compañer@ que no nos tragamos para dañar nuestro ambiente de ensoñación. Encontramos nuestra alma gemela y nos entregamos a la relación, pero de pronto nos despachan con un: - No estoy list@ para comprometerme. Estamos recorriendo nuestro camino al éxito profesional y financiero, y justo se nos atraviesa una pandemia para desbaratarnos el plan completo.
¿Por qué nos pasa lo que nos pasa? ¿Por qué si hacemos todo bien, nos sale todo mal? Después de mucho divagar y filosofar, tal vez la respuesta sea que en realidad las cosas pasan y ya, pero sentimos que nos pasan, porque consciente o inconscientemente le damos importancia a eso justamente que nos cuesta, a ese punto que nos hace parar en el lugar familiar que nos gusta pararnos, interpretando el papel desde el que aprendimos a protagonizar la vida en el que repetidamente somos críticos, inconformes, víctimas, luchadores o salvadores, cuando podríamos ser tan solo APRENDICES.
¿Que por qué todos los tipos me salen con lo mismo? o ¿todas las viejas son igualitas? Pues porque en el mundo en el que vivimos, con la inmensa diversidad de seres humanos con los que nos relacionamos, las únicas personas que nos atraen o enganchan son las que recrean todo lo que hemos aprendido hasta ahora y con las que recordamos de manera natural cómo se relacionaban nuestros referentes, esas personas son las disponibles para el nivel de consciencia en el que estamos, no otras. Y hasta que no aprendamos las lecciones que necesitamos aprender y trascender con esas personas, no será posible que se nos presenten o nos sintamos atraídos hacia otro tipo de seres humanos y tampoco será posible que creemos mejores relaciones.
¿Que por qué este tipo de situaciones se repiten una y otra vez en mi vida? Pues porque son las situaciones que sigo sin resolver de manera profunda, porque este es el video juego que repito de manera incesante sin pasar de nivel, cayéndome en los mismos huecos, tropezándome con los mismos muros y peleando con los mismos monstruos. Y hasta que no comprenda las claves de este nivel no podré liberar uno nuevo, es así de sencillo.
Si nuestra vida está llena de sapos es porque hemos construido un estanque donde ellos se sienten a gusto. Así que si queremos cambiar lo que nos pasa, tener mejores personas alrededor, o vivir mejores experiencias, lo primero que tendremos que hacer es ver nuestros resultados y entender qué parte de nosotros los atrajo o los produjo, suena simple, pero es difícil tener la sensatez con la que juzgamos las situaciones de otros y usarla para mirarnos a nosotros mismos, haciéndonos las preguntas correctas que descifren las respuestas necesarias.
Entonces, siendo pragmáticos, la única manera de que nuestra realidad cambie es observándonos de manera profunda y comprendiendo lo que tenemos que resolver adentro para que las situaciones externas que nos molestan dejen de presentarse. La correspondencia que encontraremos afuera seguirá siendo la misma y proporcional a lo trabajaditos que estemos internamente, porque no, no todo el mundo es igual, ni siempre nos va a pasar lo mismo. Es que es imposible ver con los ojos de siempre el despliegue de diversidad y abundancia que tiene el universo para nosotros si quien está piloteando el avión, tomando decisiones y haciendo elecciones es el niño o la niña herida con sus traumas y aprendizajes del pasado que ya no le funcionan.
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